Ser
obeso, en el peor de los casos, implica un mayor riesgo de
diabetes, hipertensión, colesterol alto, patologías
cardiovasculares y cáncer, entre otras enfermedades. Sin
embargo, cargar con kilos extras también representa una
complicación en la consulta médica cotidiana. Un problema
cada vez más frecuente, que crece a la par con la silueta de
los latinoamericanos.
Diversos
especialistas explican que mientras mayor es la obesidad, los
diagnósticos se vuelven más difíciles de realizar porque el
exceso de grasa y de volumen corporal dificulta la tarea, ya
sea porque no es fácil penetrar los tejidos o porque los
equipos no son capaces de soportar tanto peso.
"En
una ecografía abdominal, un paciente obeso mórbido puede
llegar a tener más de 20 centímetros de tejido graso entre
la piel y el lugar donde comienza el abdomen", comenta
Camilo Boza, cirujano bariátrico del Centro de Tratamiento de
la Obesidad (CTO) de la Universidad Católica de Chile.
"Por
eso muchas veces las ondas de ultrasonido no llegan de manera
eficaz hasta la zona y el examen no se realiza en forma óptima",
lamenta Boza.
El
exceso de grasa y los exámenes de imagenología no son buenos
amigos. A nivel de las mamas el aumento de tejido graso afecta
la resolución de una mamografía y cualquier tipo de ecografía
es de menor rendimiento.
Asimismo,
"para hacer exámenes endoscópicos hay que tener más
cuidado porque el control de la vía aérea es más complejo y
la oxigenación más difícil", precisa Attila Csendes,
cirujano del Hospital Clínico de la universidad chilena.
"Son
situaciones cada vez más frecuentes a medida que aumenta el
porcentaje de obesidad en la población", asegura.
"Hacen que el diagnóstico y el pronóstico de estos
pacientes sea más complejo", apunta Eugenio Suárez, de
la Sociedad Chilena de Ginecología y Obstetricia.
Los
kilos de más también suponen un reto en cosas tan sencillas
como un pinchazo en la piel. "Debido al exceso de tejido
graso, tienen malos accesos vasculares, es decir, cuesta
encontrar venas donde inyectar o tomar muestra de
sangre", explica Csendes.
INCÓMODO.
El doctor Suárez, ginecólogo de Clínica Santa María,
cuenta que en el caso de las mujeres "la grasa tiende a
depositarse en partes críticas para un buen examen ginecológico,
como el abdomen y los muslos, lo que dificulta una buena
visualización de los órganos genitales o la palpación del
útero o los ovarios". Eso puede llevar a utilizar
instrumental especial, que suele ser más incómodo e incluso
doloroso para la paciente.
La
medicina tuvo que adaptarse para recibir a los pacientes talla
XL y superior, con tecnología hecha a su medida. "Muchos
equipos tradicionales tienen un límite de peso o cierta
dimensión que no soportan el volumen de un paciente muy
obeso", precisa Boza.
Los
escáneres y equipos de resonancia magnética, por ejemplo,
tienen un arco por donde se introduce al paciente cuyo diámetro
a veces no da con el ancho de la persona.
En
EE.UU. y países desarrollados se han implementado sistemas de
acreditación para centros de cirugía bariátrica, que entre
otras cosas implican contar con equipamiento, insumos e
infraestructura adecuados para obesos. En Chile, el CTO de la
Universidad Católica es el primer centro acreditado por el
Surgical Review Corporation.
Los
problemas para los obesos no terminan con el examen. Si es
necesario intervenir, el uso de anestesia requiere de más
precauciones y la probabilidad de hemorragia y complicaciones
posoperatorias son mayores que en alguien con peso normal.
Asimismo,
las dosis de fármacos deben ser adecuadas al peso del
paciente, con el riesgo de potenciales efectos secundarios. El
equipo de Attila Csendes está realizando una investigación
para conocer cómo varía la absorción de los fármacos antes
y después de una cirugía bariátrica
Fuente:
https://www.elpais.com.uy/120120/lault-619664/mirador/Obesidad-causa-problemas-en-las-consultas-medicas/
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