Todas
las personas nos desplazamos en el mundo con una imagen
que conservamos de nosotros mismos; una imagen subjetiva
que me indica “éste soy yo”. Se trata de una forma
de autoconciencia que nos define en el espacio-tiempo.
Haciendo cambios en esta porción de la conciencia,
modificando la idea que sostengo de mi mismo podré por
fin presentarme al mundo con esa nueva idea y desempeñarme
como ese ser renovado que me ocupé de confeccionar en
el área donde debo confeccionarlo primero que nada: en
la mente y tejiéndola con los hilos de la emoción.
Las
personas excedidas de peso buscan adelgazar y se ponen a
dieta pero no se ocupan de hacer cambios en sus
conciencias y así es que al cabo de un tiempo regresan
al sobrepeso. Hacer modificaciones sobre la conciencia que se tiene de
uno mismo obra milagros. Hace más fácil el tránsito
hacia la recuperación del peso normal. Cuando
no se toman estos cuidados mentales, en lugar de liberar
el potencial humano para ponerlo en funcionamiento en
torno del buen proyecto,lo
único que se logra es someterse a distintas dietas; como a
distintos jefes. Es para agradecer el que el organismo,
el metabolismo y la totalidad de mi sistema de defensas se
empeñe en protegerme aunque yo me ponga a patalear como
un chico frustrado,
y que se resista a obedecer a un jefe cuyas
instrucciones pueden resultar imprudentes, odiosas,
inconvenientes; incluso peligrosas para mi.
En
todo tratamiento para adelgazar, por más duro el
intento y los esfuerzos, tarde o temprano sobreviene el fracaso
si el auto-concepto, (el concepto de sí mismo), está defectuoso
o equivocado, o si existe una falla en la pauta mental
vinculada al proceso de adelgazar. Adelgazar no es equivalente
exclusivo de perder
(peso) y este peso no involucra una materia grasa cualquiera.
Involucra una materia viva y como tal tiene conciencia,
capacidad de respuesta. Puede obrar para
regenerarse y abultarse en el proceso de asimilación; o
para replegarse y desaparecer ingresando en los carriles
de eliminación. Concebidos adecuadamente, conceptos
tales como metabolizar, adelgazar no están
vinculados con limitaciones ni con ningún
estado negativo. El metabolismo no funciona mal o
lentamente cuando la persona engorda. ¡Todo lo contrario!
Lo más probable es que sus respuestas sean las
esperadas, las lógicas y afines con la conducta del
hombre y con el concepto que tiene de sí mismo, de su
figura, y de su metabolismo.
Adelgazar
no es perder (peso) ; adelgazar es ganar peso
Adelgazar
con éxito es sinónimo
de amplitud y no de achique. Está emparentado con las aspiraciones y no
con las limitaciones así es que la dietas que
restringen fracasan. Consiguen, como una olla a
presión, que en el momento menos pensado el individuo
explote, vuelva a engordar y desbordarse después de un tiempo
sostenido de restricciones y sacrificios. Adelgazar,
recuperar el peso ideal y mantenerlo, está emparentado
con la alegría, con la expansión, con la buena
disposición, con el optimismo, con el sentido de poder
y de esperanza. Adelgazar manteniendo el estado de buena
salud es un proceso que genera beneficios y ganancias. Y
este proceso solo puede resultar de un acción
mental positiva. Para que el proyecto adelgazar genere
beneficios y prospere, la idea "adelgazar"
debe está más emparentada con la idea deganar; nunca con la de perder. Esta
idea positiva predispone mucho mejor que la idea
negativa de perder. Por ejemplo, perder placeres,
decirle adiós a ciertas licencias a la hora de comer,
etc. No es necesario ponerse a meditar demasiado
profundamente para confirmar que lanzarse positivamente
a adelgazar es lanzarse a ganar.
El
sobrepeso es señal de desborde mental y físico.
Desprenderse del sobrepeso definitivamente al punto que
el sobrepeso forme parte del pasado de la persona indica
que esta persona ha experimentado una recuperación de
importancia que no se limita a la recuperación de la
apariencia física. Desprenderse definitivamente del sobrepeso
viene como consecuencia de desprenderse definitivamente
de hábitos improcedentes con la comida; de haber dicho
adiós a una idea equivocada de uno mismo, de haber
edificado una auto-conciencia positiva y realista. Así
adelgazar
con éxito es ganar; es volver a estar en forma desde
múltiples aspectos. Volver a estar
en forma mental y físicamente permite regresar al peso ideal
manteniendo un estado de buena salud, de buen
humor y de óptima disposición general.
A diferencia del "adelgazado" ojeroso,
pálido, desvitalizado, fláccido, el individuo que
vuelve a estar en forma por carriles normales, quien
recupera la salud psico-física irradia bienestar,
armonía, alegría, vigor mental, buena disposición
general y toda esa gama de vibraciones positivas
vinculadas con la buena salud. La buena salud
habilita, recupera, conquista, gana espacios
vitales.
Adelgazar
con éxito es ganar
conciencia, ganar espacios vitales. Permite
regresar a las formas corporales
armoniosas y ponerse en movimiento con ellas sintiendo
nuevamente satisfacción y orgullo. La persona que
adelgazando recuperó
además energía, comodidad con su cuerpo, satisfacción y
orgullo de poder valerse de él en su peso normal a lo largo del tiempo, refleja
ese estado positivo básico y genuino que se acuña en la mente
saludable que elige sabiamente las dietas, y no en las dietas. Su
comportamiento refleja la recuperación de un determinado tipo de
poder.
Adelgazar
no guarda tanta relación con el alimento como con el
estado emocional: muchas
personas adelgazan sin modificar sus dietas. Comen lo
mismo pero sus metabolismos funcionan más vigorosamente
después de haber conseguido, por ejemplo, superar un conflicto,
superar un dolor, recuperar un amor, etc. Adelgazar
con éxito es un proceso mental y emocional.
¿Cómo
me predispongo emocionalmente para este Lunes en que
iniciaré mi dieta para bajar de peso? ¿Qué
expectativas me trae la idea de someterme a un
tratamiento restringido en calorías? ¿Me siento feliz
de tener que decir adiós a mis alimentos favoritos?
La
idea de someterse a una dieta, de restringirse y
perder placeres acostumbrados predispone mal y obtiene
en el cuerpo resultados temporarios. En el espíritu
también; y un espíritu descontento no es un motor de
energía. Contrariamente, la
idea de ganar predispone bien al hombre y a su
metabolismo. El individuo que libremente dispone de su
conciencia para planificar más allá de la mera
pérdida de peso otros beneficios para su vida; quien descubre exactamente lo que busca
conseguir con algunos kilos de menos, consigue adelgazar más rápido y con
menor esfuerzo porque sus capacidades de respuesta se
expanden y su sistema está preparado para ganar algo
importante. La expectativa de
adelgazar divirtiéndose, de perder peso expandiendo
sus capacidades, extendiendo los límites personales
conservando el buen humor y la buena salud ofrece una
predisposición óptima. Porque se trata de algo positivo,
que se une
al estado de ánimo positivo en favor de un proyecto a
todas luces positivo y auspicioso.
Adelgazar es
positivo pero esta máxima no se limita al trillado
consejo de "pensar en positivo". Se trata de
proponerse ganar; de trazar un plan realista y ambicioso
que abarque más que la belleza del cuerpo. Tome un
momento para meditar acerca de cómo se aplicaría este
concepto en su caso.
Si
tuviera que plantearse adelgazar como paso previo para ganar, recuperar, obtener, conquistar, ascender,
liberar, ¿qué exactamente buscaría usted ganar,
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